Si te apasiona recorrer Colombia y conocer nuevos lugares; llenos de naturaleza, cultura y encanto, tienes que visitar Cabo Manglar, el paraíso escondido de Tumaco.
Ubicado justo en el extremo occidental de nuestro país, a una distancia promedio de dos horas navegando en lancha desde Tumaco hacia el sur por el Océano Pacífico, se encuentra un paisaje natural que muchos califican como un verdadero tesoro en materia de biodiversidad; Cabo Manglares.
En la actualidad, este territorio está habitado por un poco más de 10.000 afrodescendientes pertenecientes al Consejo Comunitario Bajo Mira y Frontera, lo que lo convierte no solo en un punto privilegiado por su riqueza natural, sino también por su amplio abanico de expresiones culturales.
NATURALEZA Y TRADICIÓN EN CABO MANGLARES
Para los amantes de la naturaleza y la conservación de especies, este destino cobra gran importancia debido a que sus playas sirven como eje para el anidamiento de tortugas. Sus bosques inundables de manglar son epicentro perfecto de vida: mientras diferentes especies de aves descansan en las copas de los árboles.
Desde un punto de vista cultural, la importancia del manglar radica en que sirve de sustento para miles de familias, dedicadas a actividades de pesca artesanal, recolección de moluscos, crustáceos, madera y plantas medicinales.
La extracción de la Piangua, un pequeño molusco que habita el manglar, es la actividad principal, este proceso es realizado en grupos exclusivamente de mujeres. Cabe resaltar que de los manglares no solo se extrae Piangua, también se obtienen cangrejos, peces, camarones, leña para fogones y en algunos casos hasta para construir casas.
Muchas de las comunidades que habitan en los litorales viven del manglar, han hecho de él un estilo de vida, se podría decir que tienen en la sangre una cultura ancestral llena de tradiciones que dependen en gran medida de su relación con este ecosistema, es su tradición, sustento y para muchos, su futuro.
Por esta razón, si decides visitar Cabo Manglares recuerda respetar y conservar este lugar, un turismo sostenible y responsable será la clave para la conservación de este tesoro que pertenece a todos los colombianos.